La gran realidad

No es la primera vez que el paso de un huracán por el país deja al descubierto nuestra gran realidad. Hasta el pasado lunes, para muchos, Punta Cana, con sus hoteles, palmeras, arena blanca y su cristalino mar, en fin, su paradisiaco entorno, era el este de la República Dominicana.

Sin embargo, el huracán Fiona, dejó a la vista del mundo, la otra cara de la moneda. Su paso por la provincia La Altagracia dejó en evidencia la realidad que viven la mayoría de ciudadanos que habitan esa área.

No todo es playa y arena; existe un gran número de lugareños que viven en casas de maderas con techos de zinc, que cedieron ante las fuertes brisas de Fiona dejando desprotegidos los bienes de quienes allí vivían.

Hoy, Fiona solo que da en el recuerdo, para unos más fuerte que para otros, y como siempre, apelamos a la buena voluntad de miles de dominicanos que ante este tipo de adversidades siempre dicen presentes al momento de ayudar a cada necesitado.

Es momento de dejar de lado las banderas políticas y apoyar las iniciativas, en favor de las víctimas del huracán Fiona, que desde el gobierno se están realizando. Hoy todos somos dominicanos y debemos sostenernos los unos a los otros, para, como en otras tantas ocasiones, salir airosos de este tormento que hoy nos aqueja.

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