
En un giro inesperado, el Gobierno logró este lunes detener la marcha convocada por el Colegio Médico Dominicano (CMD), tras alcanzar un acuerdo de diálogo con su presidente, el doctor Waldo Ariel Suero. La protesta, que tenía como objetivo denunciar cancelaciones de médicos, exigir pensiones dignas y demandar mayor seguridad en los centros de salud, fue suspendida a última hora luego de una reunión de alto nivel con las autoridades del sector.
El ministro de Salud Pública, Víctor Atallah, y el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Mario Lama, encabezaron el encuentro en el que se pactó la creación de una comisión conjunta para abordar los reclamos del gremio médico. «Hay voluntad de diálogo y de solución. No queremos que el sistema colapse, ni que la salud de la población se vea afectada», expresó el ministro Atallah tras finalizar la reunión.
El doctor Waldo Ariel Suero confirmó la suspensión de la marcha que estaba programada para este martes y reconoció como un avance la apertura de una mesa de trabajo. «Hemos logrado que el Gobierno escuche. Pero esto no es un cheque en blanco. Daremos seguimiento puntual a los compromisos asumidos», advirtió el líder gremial.
Entre los puntos a debatir figuran las recientes cancelaciones de médicos en hospitales públicos, el rezago en el aumento de las pensiones para miles de profesionales de la salud y los crecientes incidentes de violencia en hospitales, como agresiones físicas y robos, que han encendido las alarmas en el gremio.
La creación de la comisión técnica se realizará esta misma semana, y en ella participarán representantes del CMD, el Ministerio de Salud, el SNS y otros actores del sector. Se espera que el primer encuentro defina un cronograma y lineamientos para resolver los puntos más urgentes.
El paro nacional, que estaba en discusión como próxima medida de presión, queda temporalmente descartado, pero la tensión sigue latente. «Si no hay avances concretos, volveremos a las calles», advirtió Waldo Ariel Suero.
Este inesperado acuerdo evita, al menos por ahora, una confrontación directa entre el Gobierno y uno de los gremios más influyentes del país, en un contexto donde el sistema de salud pública sigue siendo uno de los más golpeados por falta de recursos, personal y condiciones laborales.