Por: Gloria Féliz.
Haití se ha convertido sólo en tema para las grandes organizaciones mundiales, mas no en solución.
Y esto no es desde la muerte de Jovenel Moise, es desde hace tanto tiempo atrás, que ya parece como si siempre se ha vivido así en ese país.
Actualmente, las bandas son “el gobierno”, ante el dolor de su gente y un problema que ingresa por la frontera a República Dominicana, de la cual nuestra gente teme y pide a Dios nos ampare ante lo que pueda pasar.
A todo esto, el presidente Luis Abinader ha tomado fuertes medidas y ha dejado bien claro que no nos rendiremos, puesto que a poco de haberse escapado más de tres mil reos de una cárcel haitiana, aclaró se tomarán medidas drásticas para impedir su entrada a territorio dominicano.
Hay quienes ven fragilidad en algunos aspectos, pero es bien sabido que las autoridades fronterizas hacen de tripa corazón y se arriesgan para evitar en buena medida la entrada de ilegales, pese a la vulnerabilidad una que otra zona.
Asimismo, es difícil dado lo que puede ocurrir con manos corruptas que flaquear ante el dinero, se mantiene en observación este reto de servir, proteger y seguir las órdenes del presidente, porque ese sacrificio es y debe ser, sí y sólo sí, por la patria dominicana.
No nos dejaremos intimidar por las grandes organizaciones y mucho menos por países poderosos que nos señalan cual sí fuéramos culpables de la situación haitiana.
Seguiremos adelante y entendemos que con Dios por delante y la rigurosidad que antepone la seguridad del pueblo dominicano, no estamos ni estaremos desamparados.
