Sería injusto no reconocer que el actual presidente, Luis Abinader, asumió el poder en circunstancias extremadamente difíciles. Como un verdadero estratega, logró sortear con éxito ese primer año de gestión marcado por la pandemia del COVID-19, una prueba que quemó a muchos líderes mundiales.
Sin embargo, a lo largo de más de tres años en el gobierno, es evidente que Abinader ha enfrentado numerosos desafíos internacionales y ha mantenido a flote la economía dominicana. La verdadera incertidumbre radica en la posibilidad de que el presidente actual logre la reelección, a menos que pueda resolver los siguientes inconvenientes que detallamos a continuación.
Los cambios en el tren gubernamental, en su mayoría, parecen ejecutarse únicamente cuando algún funcionario comete una falta grave que trasciende en los medios de comunicación. Resulta preocupante observar que, año tras año, continúan funcionarios señalados como inoperantes en evaluaciones internas del gobierno. Estos siguen en sus funciones, lo que parece deberse más a compromisos políticos que a su eficacia, lo cual podría perjudicar gravemente los planes de reelección.
Desde hace años, se rumorea en la opinión pública que el presidente finalmente tomará medidas contra estos funcionarios inoperantes. Sin embargo, los decretos de sustitución parecen estar sujetos a influencias externas, se deshacen y se retrasa el proceso, perpetuando así la presencia de funcionarios poco efectivos.
Una de las prácticas más perjudiciales de esta gestión presidencial es ubicar a funcionarios ineficientes en otros cargos para así dirigir varias instituciones, lo que da lugar a resultados cuestionables. Mientras tanto, numerosos hombres y mujeres ajenos al gobierno esperan una oportunidad para demostrar su capacidad y revitalizar al gobierno actual, evitando que se perciba como agotado en múltiples áreas.
El presidente actual debe tener en cuenta que, aunque pueda gozar de popularidad por su extraordinario trabajo, el electorado evaluará el desempeño colectivo de sus funcionarios al decidir si merece o no la reelección. Se requiere un gabinete que despierte la admiración y confianza de la población en general.
Diversas instituciones del Estado han mostrado interés en las recomendaciones de este portal de Nuestras Instituciones Públicas. Muchas de nuestras sugerencias han sido consideradas frecuentemente. Esperamos que también este editorial, dirigido al mandatario, sea bienvenido y contribuya a facilitar su reelección.
