Una brigada del ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones con muros de New Jersey o barrera separadora de carriles cercó el espacio que estaba siendo utilizado para estacionar patanas debajo del elevado de la avenida Luperón, que conecta con la autopista 30 de Mayo.
El lugar es un área verde que fue invadida por los camioneros y furgoneros, quienes temeraritamente aparcaban en las aceras, convirtiéndola en una especie de garaje al aire libre de camiones de carga con contenedores y partes de esos vehículos; representando un peligro para conductores de vehículos livianos y los motoristas.
El área verde que había sido arrabalizada, será reforestada para evitar la ocupación. No obstante, en el área conocida como Manresa, que se ubica del lado este del distribuidor de la Luperón, en la pista 30 de Mayo, persiste el abandono, ya que no ha sido abordado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional.
