
En momentos en que la política dominicana vive constantes sacudidas mediáticas, es justo recordar que no todo lo que se presenta como “escándalo” resiste el filtro de la verdad. Tal es el caso de Tony Peña Guaba, coordinador del Gabinete de Política Social, a quien en la Navidad del 2020 se intentó cuestionar por el apoyo económico entregado a decenas de artistas en plena pandemia. Un hecho que, en su momento, fue ampliamente aclarado en los medios de comunicación y que demostró que la intención nunca fue personal, sino social: sostener a un sector que se encontraba al borde del colapso.una acción que no solo favoreció a los artistas sino también a sus empleados y a sus familiares.
Sin embargo, lo que hoy intentan que vuelva a circular en determinados espacios parece más bien una maniobra política. Todo indica que, al ser Tony Peña Guaba un presidenciable que conecta profundamente con la base del PRM, se busca reabrir un caso muy aclarado. A esto se suma otra medida que no pasa desapercibida: la acción deliberada de sacar su nombre de encuestas de aceptación, con el claro objetivo de invisibilizar el respaldo que mantiene dentro del partido y en sectores amplios de la sociedad. Es parte de las jugadas políticas que son cuestionables y se dan entre compañeros de un mismo partido.
Lo cierto es que Tony Peña Guaba no necesita encuestas para demostrar lo que ya la gente percibe: es uno de los funcionarios más activos, entregados y cercanos al pueblo dominicano. Su récord es insuperable, apareciendo de manera permanente en los listados de los funcionarios públicos más activos del país y con el mérito histórico de haber sido reconocido en múltiples ocasiones como “Funcionario Público del Mes”.
Tony Peña es un ejemplo de trabajo sin descanso, de compromiso genuino con los más necesitados y de coherencia entre lo que predica y lo que hace. En lugar de campañas de descrédito, lo que el país necesita son más servidores públicos de su talla, que entiendan la política como un servicio y no como un privilegio.
La historia nos enseña que la verdad siempre sale a flote. Y en el caso de Tony Peña Guaba, su trayectoria, sus logros y su constancia son el mejor escudo contra cualquier intento de empañar su nombre. En un país que demanda transparencia, eficiencia y entrega, Tony es la prueba viviente de que sí existen funcionarios que jamás descansan en su labor de servir. Por eso, más allá de las maniobras políticas, sigue brillando con luz propia como uno de los líderes más activos y reconocidos de la República Dominicana.