Al entrar a su despacho llama la atención un televisor fijado a una pared en el que se reproducen videos de cámaras de seguridad. “Usted supo cuando llegamos a su oficina”, director general de Migración, Enrique García. Su respuesta es afirmativa.
Desde esa pantalla puede navegar entre una cámara y otra instaladas a kilómetros en la frontera con Haití o en diferentes aeropuertos. Así procura tener una “omnipresencia” en los puntos donde hay inspectores migratorios.
Era una tarde de marzo, cuando García, un abogado de 54 años, con apenas siete meses como titular de Migración, conversó con Diario Libre.
—Usted tiene meses en el cargo y, quizás antes de estar en la posición conocía, escuchaba y leía en la prensa sobre el tema migratorio. Pero, ya estando en esta posición, ¿qué puede definir como lo más complicado del tema migratorio en la República Dominicana?
Yo, que soy abogado de profesión, y que ejercía el derecho migratorio -porque mi oficina trabajaba asuntos de residencia-, pues tenía conocimiento de la materia, por lo menos en el área que tiene que ver con las residencias. La Dirección General de Migración diría que tiene dos espinas dorsales, dos soportes principales: la Dirección de Control Migratorio, que es la que tiene que ver con todos los aeropuertos, con la frontera, con todo lo que tiene que ver con migración, desde el punto de entrada y punto de salida; las marinas, los muelles, los puertos, todo eso lo maneja la Dirección de Control Migratorio. Y la otra dirección es la Dirección de Extranjería, que tiene que ver con todo lo que es la residencia de los extranjeros, los permisos de salida de los menores cuando van a salir, cualquier extranjero que quiere venir a vivir al país y quiere una residencia de trabajo o una reunificación familiar o por negocios –a veces vienen a instalarse inversionistas-. Migración es control migratorio y extranjería, el 90 por ciento.
—¿Y cuál es el dolor de cabeza ahora mismo de esas dos espinas dorsales?
La Dirección de Control Migratorio creo que es la más -no sé si usar la palabra- peligrosa, delicada. Estamos hablando de un ejército de hombres y mujeres que laboran en esa dirección. Le puedo decir a usted que, por ejemplo, tenemos directores de migración a nivel de los aeropuertos -estamos hablando de quizás 700 y 800-, diseminados en Punta Cana, La Romana, Samaná, Santiago, Puerto Plata. Dondequiera que hay un aeropuerto, ahí tenemos los inspectores y los supervisores de control migratorio. Son quienes tienen que velar por que todo extranjero que entre al país, entre de la forma correcta, con su documentación correcta; y el que sale del país también, que no se vaya con documentos falsos.
A veces vivimos desmantelando bandas de falsificadores de pasaportes o de residencias, mandándolos (a los beneficiarios) para España o para Europa u otros países, Estados Unidos. Y hay que mantener ese control, de que no nos burlen como autoridad con documentación falsa. Pero, asimismo, también que no penetren al país extranjeros no deseados, extranjeros que pueden ser buscados por la justicia internacional.
Por eso nosotros mantenemos una estrecha armonía con las agencias de inteligencia: el DNI, Interpol, (Dirección Nacional de Control de) Drogas, Policía Nacional, porque somos el control del país de todo lo que llega y todo lo que sale. Y, a veces, están buscando algún delincuente de esos internacionales y, si viene a la República Dominicana, quien detecta cuando esa persona pone un pie en el aeropuerto es Migración (…) Quizás usted no tiene un impedimento, pero quizás usted cometió un delito y la policía lo está buscando, y se le pone una alerta migratoria, para que cuando usted aparezca en el aeropuerto, entonces poderlo detener con la orden de prisión.
—En los meses que usted tiene en el puesto, ¿le ha tocado desmantelar alguna estructura interna que operaba de manera irregular en una de las cuestiones que me citó?
Estas estructuras se manejan casi siempre externas, en combinación con interna. A veces no, a veces son solamente externas
Muchas veces hay algún inspector que está ligado a un supervisor, a algún empleado interno, para facilitar y franquear -como le llaman a veces- gente que va con documentos falsos.
Porque a veces las bandas, estas mafias, se arriesgan a mandar a alguien con pasaporte hacia España, por ejemplo, con “machete” o con una residencia falsa, pero ellos, para asegurarse, quieren tener a un inspector adentro que le franquee la salida a ese pasajero.
—¿Y usted ha tenido que cancelar algunos inspectores por eso?
Claro que sí.
—¿Cómo a cuántos?
No puedo decirle exactamente ahora, pero sí vivimos cancelando. Hoy mismo (22 de marzo) mandamos a cancelar dos: un supervisor y un inspector.
—¿Qué hicieron?
Ustedes mismos publicaron algo en Diario Libre.
—¿Sobre unos que viajaban a Guatemala?
Exactamente. En una investigación se ha estado determinado que hay dos personas que no tuvieron el debido cuidado y, por todo eso, estamos cancelando a dos personas. Nosotros somos implacables cuando descubrimos prácticas ilegales, cuando descubrimos componendas. Un error lo puede cometer cualquier ser humano
—¿Cuánto tiempo pasó desde que asumió el cargo hasta que le tocó cancelar a los primeros por prácticas de ese tipo?
Creo que fue la primera semana. Si buscamos los días que yo llegué -llegamos en agosto 16-, creo que antes de salir septiembre salió en la prensa que se desmantelaba banda en el aeropuerto Las Américas. Eso fue nosotros llegando e inmediatamente se detectó. Inteligencia migratoria -nosotros tenemos un servicio de inteligencia migratoria- detectó una componenda, una mafia externa e interna, que tuvimos que tomar cartas en el asunto. Nosotros vivimos vigilantes, al acecho, del buen comportamiento de todo ese personal de los aeropuertos, pero, usted sabe, son seres humanos.
—Usted que es abogado, ¿entiende que la justicia sanciona como debe ser esos casos que se detectan en instituciones como esta?
A veces esos casos muchas veces no van ni a la justicia porque no tenemos las pruebas correspondientes para ir a sostenerlos en los tribunales. Soy abogado; no voy a llevarlo a usted a la justicia si no tengo un expediente para sustentarlo. A veces muchos casos se caen en la justicia porque no tienen la sustentación legal. Ahora, usted sabe que sucedió el hecho.
—Tiene pruebas internas, pero no de peso para que puedan ser juzgadas
Exacto, pero no para llevarlo a la justicia. ¿Usted ve en las películas americanas cuando dicen que hay pruebas circunstanciales? Entonces, a veces uno tiene pruebas internas de que esa persona lo hizo, de que esa persona estaba en una mafia, pero no tenemos suficientes para llevarlo a los tribunales, para sostenerlo en una acusación penal. Una cosa es una sanción administrativa y otra cosa es la justicia penal, que ya es diferente. Entonces, nosotros, con el código de ética y eso, juzgamos las diferentes amonestaciones; puede ser una simple amonestación, pero puede ser hasta la cancelación.
—Por ejemplo, de los dos que usted mencionó: ¿tienen pruebas suficientes para llevarlos a la justicia?
El Departamento de Inteligencia Migratoria está trabajando en eso porque, según me dicen, hay personas afectadas. Yo les dije que si estaban dispuestos a declarar en la justicia, porque si no, no tengo un caso penal, puedo tener un caso administrativo, pero no tendría un caso penal. Ya todo dependerá de hasta dónde podamos conseguir pruebas suficientes para sostener en la justicia un caso de extorsión, por ejemplo, que es el caso que a veces se da en los aeropuertos, que extorsionan a los pasajeros para que den dinero.
—¿O sea que hay un grupo importante de casos que ocurren, que detecta la Dirección, que se quedan impunes, por así decirlo, por esa falta de pruebas?
No vamos a decir que se quedan impunes, vamos a decir que se quedan en sanciones administrativas.
—Cuando quizás se piensa que deberían pasar a un nivel más alto de sanción
Si nosotros tenemos las pruebas para llevarlo, entonces, a la justicia penal que ya es otro grado, ya ahí es diferente, pero muchos casos, claro, se tienen que quedar en asuntos administrativos (…)
—Ustedes, como Dirección de Migración, se enfocan mucho en la migración de llegada al país. Le quisiera presentar unos datos a ver que opina sobre estos. El departamento de asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas registra que, entre mediados del año 2000 y el 2020, 1,608,567 dominicanos se fueron del país, en cambio, otro estudio de Obmica reporta que al 2019 llegaron al país más de 560 mil extranjeros de distintos países. ¿Qué le parece esa cantidad que llega?
Lo primero que hay que ver es si esos 500,000 que entraron vinieron a residir o si simplemente vinieron de pasada, porque como usted sabe vienen muchos aquí a vacacionar (…)
—A residir, el tema es que esos extranjeros están residiendo
Si están residiendo 500,000, lo primero es que parece que nuestro país está gustando mucho que vienen tantos, verdad (se ríe), a querer residir. Lo segundo es que esos extranjeros tienen que venir a regularizar su estatus migratorio para adquirir una residencia por las diferentes vías que la ley establece. Y, bueno, 500,000 son muchos, son bastante.
Pero lo importante es el estatus legal que ellos deben tener, que no anden -como dicen en el pueblo- como chivo sin ley por la calle, sino que la autoridad los tenga ubicados; que paguen impuestos, que puedan hacer vida, sacar una cuenta bancaria, estudiar en la universidad -si es una persona que tiene deseos de estudiar-. Muchos vienen aquí con visa de estudiante, otros vienen con permiso de trabajo, por ejemplo, vienen muchas personas a trabajar en el sector turismo, a esos grandes hoteles, y vienen luego a regularizar su estatus migratorio, porque usted sabe que, si usted no tiene su documento hábil, el banco, por ponerle un ejemplo, no le da una cuenta bancaria.
—Ahora que menciona la parte de regularización, ¿tienen algún número de cuántos venezolanos ya se han acogido al plan que por resolución dispuso el Gobierno para ellos?
Todavía, el plan comienza a principio de abril. Se dio la resolución, pero eran dos meses después que entraba en vigencia. Esos dos meses era para que la Dirección de Migración armara toda la estructura, que es una estructura compleja. El plan pensamos comenzarlo el 5 de abril. Va a ser una primera etapa digital.
—Este plan, en concreto, ¿en qué beneficia a la comunidad venezolana que está aquí?
Son más de 100,000 venezolanos que tenemos aquí, pero para poner un punto, como le dije, si usted no tiene su estatus legal, usted no puede obtener una cuenta bancaria, usted no puede trabajar porque no tiene documentos para trabajar, no la pueden registrar en la TSS (Tesorería de la Seguridad Social), usted no puede cotizar en la TSS.
Entonces, al venezolano se le está haciendo muy difícil -según lo que me comentan muchos que vienen aquí a veces a preguntar o a tratar problemas-, porque ser ilegal en un país tiene graves consecuencias, y ellos feliz de que nosotros podamos ayudarles a regularizar su estatus legal de migración porque eso les va a permitir a ellos trabajar, que no los extorsionen; a veces les pagan menos en los trabajos porque no tienen documentos. Como usted es ilegal, en vez de pagarle 10, le vamos a pagar cinco. Y me lo han dicho muchos, que lo hacen y, bueno, dice un refrán que la necesidad tiene cara de hereje, y tienen que trabajar a veces subvaluada su capacidad por ese punto de no tener documentación.
—¿Entonces a ellos se les va a permitir conseguir un permiso de qué tipo?
De no residente.
—¿Por cuánto tiempo?
Un carné anual de no residente se les va a dar. El que quiera optar por una residencia formal, ya tendría qué utilizar otro proceso, pero el proceso que se va a abrir en el plan de normalización es para un carné de no residente.
—¿Y puede ser renovable cada año?
Anual.
—Ahora, para obtener la residencia, también es un proceso complicado para ellos. ¿Qué facilidades se les daría si alguien, en vez de obtener este carné anual, opta por la residencia?
Ya la ley te da el procedimiento a seguir si tú quieres un carné de residencia permanente.
—La ley dice que deben ir a su país y, entonces, ir al consulado dominicano allá
No es que no deben ir, es que no debieron venir sin ese (permiso). Si usted está en Venezuela, usted está en España, en Colombia -por poner tres países diferentes-, y usted quiere venir a residir a República Dominicana, lo primero que usted tiene que ver cuál clase de residencia usted quiere. Por ejemplo, si usted tiene un esposo que es dominicano y el esposo está aquí y usted está en Colombia, pues usted puede optar por la visa de reunificación familiar.
—Pero muchos de estos venezolanos que están aquí, vinieron por una coyuntura en su país, vinieron como turistas pensando en otra cosa, y esa es la realidad.
Y eso no les permite entonces hacerse residentes.
—Exacto. Entonces tienen que ir a Venezuela a hacer el procedimiento de ir a una embajada o consulado para que les den el papel o el documento que se requiere, y ahí es que está otra dificultad
Por eso les buscamos la salida del carné de no residente porque la ley no permite darles residencia. Ellos tendrían que volver a su país y, en su país, ante el consulado dominicano, pedir una visa de residencia en sus diferentes categorías. Hay visas de reunificación familiar, hay visas de trabajo, hay visas de inversionistas, entonces, usted como ciudadana venezolana se encajaría en cuál de esas usted puede aplicar (…)
Ahora mismo, un venezolano que se case con usted, regresa a su país y de allá solicita una visa de reunificación familiar, ¿por qué? Porque yo estoy casado con una dominicana. Ya presenta la documentación necesaria, el registro de matrimonio; si tienen hijos, ya el hijo que haya nacido; y el consulado dominicano, entonces, va a evaluar ese expediente, y si usted califica para esa visa de reunificación familiar, se la va a dar. Va a venir al país, y luego viene a la Dirección de Migración a hacerse entonces su residencia.
—¿Y en el caso de que una persona tenga su pareja venezolana y su familia está aquí, y no se va a casar con un dominicano?
Si no está casada con un dominicano, ya no puede utilizar la visa de reunificación familiar, vamos a ver otra. Habría que ver con cuál podría calificar. La de trabajo. Bueno, si de aquí le están ofreciendo una empresa un trabajo, bueno, pues esa empresa, mediante un procedimiento, le hace una oferta de trabajo a él a Venezuela. Él, con la documentación que un abogado le prepara, va al consulado, deposita su expediente, tanto allá como en Cancillería, y podría optar por una residencia de trabajo. Esa es otra modalidad.
—Ese carné que dijo que se va a renovar anual de no residente, ¿qué costo tendría para el venezolano?
Estamos trabajando justamente en ese andamiaje, por eso le dije ahorita que, aunque la resolución salió hace par de meses, vamos a comenzar el 5 de abril, porque se está en el proceso de montaje de la evaluación de costos y todo eso, y todavía no tenemos definitivo ese punto, pero va a ser barato. El presidente de la República no quiere que el costo sea alto como ayuda a una comunidad que queremos ayudarla por la situación que usted misma dijo ahorita en que vinieron al país.
—¿Están preparados para recibir en la primera semana la cantidad de venezolanos que quizás puedan venir a esta oficina?
Por la misma situación de la pandemia hemos estado buscando salidas de no tener presencia. Lo primero es que el venezolano va a tener que solicitar una extensión de su estadía en el país. Ese va a ser el primer paso. Pero, ¿cómo lo vamos a hacer? Digital, por medio del internet. Usted no va a tener que venir a la dirección. Usted va a entrar a la página de Migración, va a buscar un formulario que Migración va a subir, va a llenar ese formulario con los requisitos y los documentos que nosotros le vamos a solicitar, como se hace con la residencia normal. Cuando usted pide residencia, ya usted no viene a la Dirección de Migración, usted lo sube al sistema, entonces así mismo ahora, usted va a subir al sistema el formulario lleno, los documentos que nosotros le solicitemos: copia de pasaporte, etcétera, y eso viene a un departamento de evaluación.
Aquí evaluamos su expediente y, si usted cumplió con los requisitos, le vamos a dar, entonces, una extensión de permanencia en el país, pero usted no va a tener que venir a la Dirección para nada. Luego de que usted obtenga esa extensión de vigencia y su estatus esté legalizado, usted irá al Ministerio de Relaciones Exteriores a buscar la visa de no residente. Ahí le van a poner la visa de no residente. Cuando le pongan la visa de no residente allá, usted volverá a Migración, entonces, a solicitar el carné de no residente. Son tres pasos nada más.