Autoridades migratorias de República Dominicana informaron que han deportado en los primeros 20 días de diciembre a 13.475 extranjeros indocumentados, la “gran mayoría” de ellos de nacionalidad haitiana.
Los indocumentados fueron apresados en operativos realizados por la Dirección General de Migración (DGM) en el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y otras demarcaciones del país.
Con estos operativos la DGM destacó, en un comunicado, que cumple con la Ley de Migración dominicana, que ordena apresar y repatriar a todos los extranjeros que se encuentren en el país en condición migratoria irregular.
El director general de Migración, Venancio Alcántara, reiteró que los operativos se realizan en apego a las normas y el respeto a la integridad de las personas, a fin de garantizar los derechos fundamentales de estas.
Asimismo, reiteró que los operativos continuarán implementándose en todo el territorio nacional para evitar la “entrada masiva de ilegales” a la República Dominicana a propósito de las festividades de Navidad y Año Nuevo.
El viernes pasado, haitianos residentes en República Dominicana denunciaron las “violaciones sistemáticas” de sus derechos humanos por parte de las autoridades dominicanas.
“Nos encontramos con violaciones sistemáticas de derechos humanos, en el marco de políticas que deshumanizan y humillan a una comunidad inmigrante que hace tan importantes aportes a todos los órdenes de la vida nacional”, apuntaron los denunciantes, a propósito de la celebración del Día Internacional del Migrante.
El Gobierno dominicano endureció desde el año pasado las medidas para frenar la inmigración ilegal, lo que afecta especialmente a los haitianos, en medio de la severa crisis política y de seguridad en Haití, que comparte con República Dominicana la isla La Española.
El presidente dominicano, Luis Abinader, dijo, durante la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que se celebró en Santiago (norte de República Dominicana), que “la comunidad internacional tiene la obligación de acudir en ayuda de Haití para superar los sufrimientos que soporta ese pueblo».
Abinader subrayó esa “obligación” también para que el Gobierno de Haití “pueda asumir mayor nivel de responsabilidad frente a los países de su entorno” en lo que respecta a la migración.
Al concluir el cónclave regional, el SICA hizo suyo el “urgente» llamamiento formuló el Ejecutivo dominicano a la comunidad internacional para que se atienda la “grave crisis” que atraviesa Haití. En el documento final de la reunión, los Estados que conforman el SICA expresaron su “preocupación por la grave situación que afecta a la República de Haití, en los ámbitos económico, social, político y humanitario, que obstaculiza el desarrollo de sus instituciones y ciudadanos».