Por: Dilcris Díaz
Santo Domingo.- La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el Día Internacional de la Paz en 1981. Dos décadas más tarde, en 2001, la Asamblea General decidió por unanimidad designar este Día jornada de no violencia y alto el fuego.
Es sumamente necesario concienciarnos cada uno por igual y ver este mal como una forma de sacarle algo bueno. En muchas partes del mundo han recibido donaciones de otros países y de otros Estados. Eso es unión ante una crisis que nos arropa a todos, no importando la raza, religión, creencias, condición social, fama o dinero.
Estamos en un momento que ha marcado significativamente la historia de todos y seguirá causando daños, si no nos unimos como familia que somos.
A causa del terrible mal que nos invade a todos, este año ha sido más claro que nunca, de que no somos enemigos el uno del otro. Más bien, nuestro enemigo común en este momento es un virus que amenaza nuestra salud, seguridad y estilo de vida. El COVID-19 ha llevado a nuestro mundo a la agitación y nos ha recordado por la fuerza, que lo que sucede en una parte del planeta puede afectar a las personas en todas partes.
Por la manera en que vivimos mundialmente las Naciones Unidas, invitan a todas las naciones y a todos los pueblos a respetar el cese de las hostilidades durante este Día y a conmemorar por el contrario esta fecha mediante iniciativas de educación y sensibilización pública sobre cuestiones relacionadas con la paz.
En estos tiempos difíciles de distanciamiento físico, este Día Internacional de la Paz será dedicado a fomentar el diálogo y recolectar ideas.
Muchos han perdido familiares, amigos, compañeros y demás, sin embargo debemos de seguir ante esta lucha que nos compete a todos. No debemos tirar la toalla, esto no podrá con toda la humanidad. Si lo enfrentamos juntos, con conciencia e inteligencia, buscando fórmulas y herramientas precisas para combatir este mal.
Sobre el alto al fuego en países en guerra en tiempos de Covid-19
En marzo, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a todas las partes beligerantes que dejen sus armas y se concentren en la batalla contra esta pandemia mundial sin precedentes.
Si bien el mensaje está dirigido a los partidos armados, a la solidaridad y la cooperación a través de las fronteras, también se necesitan sectores y generaciones para ganar esta nueva lucha contra la peor crisis de salud pública de nuestro tiempo.
Para las Naciones Unidas, 2020 ya estaba destinado a ser un año de escuchar y aprender. Para conmemorar su 75º aniversario, la ONU ha invitado a millones de personas en todo el mundo a unirse a UN7.5, la conversación global más grande y de mayor alcance sobre la construcción del futuro pacífico y próspero que queremos.
Se invita al mundo a unirse y compartir ideas sobre cómo capear esta tormenta, sanar nuestro planeta y cambiarlo para mejor. Aunque no podamos estar uno al lado del otro, aún podemos soñar juntos
