Santo Domingo. — La falta de recursos continúa siendo la mayor traba para que los gobiernos locales en República Dominicana puedan ofrecer servicios de calidad, mejorar sus infraestructuras y garantizar condiciones dignas a sus empleados. Así lo reconoció Víctor D´Aza, presidente de la Liga Municipal Dominicana (LMD), durante su participación en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde expuso los retos y avances del municipalismo dominicano junto a los alcaldes Junior Santos (Los Alcarrizos), Amparo Custodio (La Vega), Santos Ramírez (Baní) y Héctor Figari (Monte Plata).
Aunque el dirigente municipal reconoció los esfuerzos del presidente Luis Abinader para fortalecer a los cabildos —con un incremento de recursos sin sesgo partidario y un acompañamiento técnico desde la LMD—, advirtió que el modelo financiero municipal sigue siendo insostenible. “Estamos recibiendo alrededor del 4 % del Presupuesto General, cuando la ley establece un 10 %. Debemos sincerar esa cifra, porque mantenerla sin posibilidad de cumplimiento crea una falsa expectativa institucional”, sostuvo.
Transferencias históricas, pero insuficientes
D´Aza explicó que al cierre de 2025 el Gobierno habrá transferido cerca de RD$4,000 millones adicionales a las alcaldías para la construcción de aceras y contenes, distribuidos bajo criterios de igualdad y población. La LMD supervisa el uso de esos fondos y acompaña técnicamente a los gobiernos locales para garantizar su eficiencia y transparencia.
“En la Liga Municipal Dominicana hemos pasado de manejar recursos a manejar procesos”, puntualizó D´Aza, destacando que 210 cabildos ya operan con el Portal Transaccional de Compras, lo que ha sido reconocido por la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG).
Desigualdad estructural y bajos salarios
Los alcaldes presentes coincidieron en que el mayor drama de la gestión local son los bajos ingresos propios y la limitación legal del 25 % del presupuesto para gastos de personal.
“El personal de limpieza y ornato es el más mal pagado del país”, lamentó Junior Santos, quien reveló que su cabildo solo recauda RD$1.5 millones mensuales, mientras la población carece de cultura tributaria.
En Monte Plata, el alcalde Héctor Figari relató que ha debido crear un departamento médico para atender la salud de los obreros del aseo urbano, mientras Santos Ramírez (Baní) señaló que con los actuales presupuestos “es imposible pagar salarios reales”.
La alcaldesa Amparo Custodio (La Vega) consideró que hablar de equidad “es una vergüenza cuando no se puede aplicar en la práctica”.
Descentralización y desarrollo
Para D´Aza, el fortalecimiento del gobierno local es clave para el desarrollo nacional. “No hay desarrollo nacional sin desarrollo local”, reiteró.
Planteó la necesidad de una reforma integral a la Ley Municipal, en consonancia con la Constitución y con la Ley de Ordenamiento Territorial, que permita planificar mejor el crecimiento urbano y mejorar la gestión de los desechos sólidos.
El presidente de la LMD defendió además la política de descentralización técnica que ha impulsado desde su gestión, orientada a aumentar la calidad de los servicios municipales, la confianza ciudadana y la transparencia.
Conclusión
La investigación revela una paradoja persistente: mientras la LMD y los ayuntamientos exhiben avances en transparencia y gestión, el déficit financiero estructural sigue minando la capacidad de respuesta municipal.
D´Aza insiste en que la descentralización solo será efectiva si se fortalece el financiamiento local y se otorga autonomía real a los cabildos. “Seguiremos apostando a que el presidente Abinader mantenga su apoyo a las transferencias municipales —afirmó—, porque el progreso de un país comienza desde sus comunidades.”
