Una charla que busca mitigar el aumento de maltratos en niños y adolescentes y al mismo tiempo fortalecer las herramientas de apoyo para lograr una generación de infantes segura y sana, fue realizada por el Gabinete de la Niñez y Adolescencia (GANA), junto al Consejo Nacional para la niñez y adolescencia (CONANI), con la participación a profesionales de la salud, educación, justicia y seguridad.
La primera dama de la República y presidenta del GANA, Raquel Arbaje y Ligia Pérez Peña, presidenta ejecutiva de CONANI, quienes encabezaron este encuentro, sostuvieron que el enfoque de ambas organizaciones coloca la prevención de la violencia como un compromiso intersectorial, que articula esfuerzos en educación, salud, justicia, protección social y desarrollo comunitario.
“Lamentablemente, cada año a este Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, llegan cientos de casos de niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados por diversas formas de violencia. Violencia física, violencia sexual, niños en situación de calle, violencia intrafamiliar, explotación sexual, policial, en fin, todas esas formas nefastas de violencia que se le hace contra la niñez y adolescencia”, dijo Ligia Pérez.
El psicólogo clínico, Luis Vergés, habló sobre la importancia de educar a niños con la idea de que en su adultez no tengan que buscar recuperarse de su infancia,asegurado que muchos de los jóvenes que hoy tienen depresión, ansiedad y malos comportamientos al punto de llegar a un suicidio se debe a una formación familiar agresiva.
“Gran parte de los suicidios que tiene la población mundial, sobre todo más hombres que mujeres, tienen de fondo una historia de violencia. Violencia no tratada, violencia no trabajada. A menos que enseñemos a los niños la paz, alguien les enseñará la violencia”, agregó Luis Vergés.
El conversatorio estuvo conformado por un grupo de profesionales como la periodista Edith Febles, quien tocó el tema de seguridad en los niños y la importancia de guardar la integridad de quienes sufren algún tipo de maltrato, asimismo instó a los periodistas y medios de comunicación de que no es necesario exponer a los infantes que se encuentran en un momento tan vulnerable, solo por tener mayor alcance y más sensacionalismo.
“Aquellas fotos que yo no quiero que salgan, no permito que se haga. Entonces, hay prácticas que se pueden conversar con los periodistas, conversar con los fotógrafos y conversar con los trabajadores. Yo también estoy viendo que hay una proliferación notable en las redes sociales a poner el rostro de los niños, sobre todo aquellos muchachos que incluyen delincuencia porque son productos de una situación”, agregó Febles.
Hogares de paso
De igual manera, la directora de Hogares de Paso del CONANI, Rosa Morillo, expresó que ante las situaciones que se presentan siempre les recuerda a los colaboradores que nunca pueden perder de vista que son niños, asustados, lastimados, heridos en el cuerpo y en el corazón resaltando que a la hora de dirigirse a ellos es necesario tener empatía y un buen trato.
También estuvo en el panel la Socióloga Luisa Mateo Dicló, quien mencionó su preocupación por la cantidad de acciones violentas que hoy día se están aceptando y recibiendo como “normal”, asegurando que cuando una madre permite que un menor duerma con un tercero solo porque la madre tiene un nuevo vínculo, está permitiendo que el niño sea violentado y esté en un círculo de riesgo.
“Dejar que un niño se acueste o una niña sin comer es uno de los maltratos más graves, pero parece que es natural”, así se expresó Luisa Mateo Dicló, asegurando que la violencia no es solo cuando hay golpes físicos.
La directora de Hogares de Paso, informó a periodistas del Listín Diario que, actualmente existen 11 hogares de paso dados por CONANI a nivel nacional con una población de 526 niños y adolescentes. También explicó que los hogares reciben a los menores desde 0 a 18 años, los mismos que se dividen por sexo y edad y que la duración que se estima se queden hospedados es de seis meses, tiempo que puede ser mayor o menor, dependiendo de la complejidad del caso.
“Ningún niño quiere estar lejos de su familia… la medida residencial tiene que ser la última medida de protección porque es separar al niño de su familia… entonces un niño que llega a un hogar de paso tiene que ser porque ha pasado una vulnerabilidad grave”, manifestó Luisa, asegurando que cada vez que llega un niño es difícil separarlos de su entorno.
Además, el doctor Vergés agregó “No hay niños difíciles, lo difícil es ser niños en un mundo de gente cansada, ocupada, sin paciencia y con mucha prisa. Y yo creo que ese es el mundo que estamos viviendo, un mundo que está dejando fuera del contexto a la niñez”.
La presidenta ejecutiva mencionó que este año, CONANI se ha propuesto hacer un taller dirigido a medios de comunicación y periodistas que cubren fuentes, enfocado en niños, niñas y adolescentes, con el fin de orientar a la protección de la integridad y privacidad de estos.
Dijo que están construyendo un protocolo para su desarrollo. Por situaciones diversas, no pudieron realizarlo este año, pero que planean impartirlo a principios del siguiente.
En el diálogo también estuvo la psicóloga clínica Yira Vargas Caminero, de la Escuela de Psicología de la Universidad Iberoamericana UNIBE y la doctora Dhamelisse Then, directora general del Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza.
“Entonces, estamos viendo que la violencia moldea tres cosas. Moldea la forma en la que el niño se ve a sí mismo. Moldea la forma en la que el niño se relaciona con nosotros. Y también moldea la capacidad que tiene el niño de interpretar el mundo”, expuso Vargas Caminero.
Dilia Leticia Jorge Mera, coordinadora del proceso de actualización y reforma de la Ley 136-06, Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, quien también participó, explicó “Esta ley debe de tener un proceso en los tribunales y se necesita la especialización de todos los que trabajan con los menores”.
La charla finalizó con un mensaje a la reflexión a que es responsabilidad de todos no solo de las escuelas o los padres, sino también de la sociedad el bienestar y seguridad de los infantes.
Asimismo enfatizaron sobre la necesidad de equipos comprometidos, empatía y trabajadores sociales que fortalezcan las unidades. Resaltando la importancia de la formalización del personal encargado de la atención especializada de los niños y de aquellos que necesitan intervenciones muy específicas y a largo plazo.
Sujetaron que la prevención efectiva de las comunidades y familias es esencial.
“Para evitar la violencia tenemos que apostar por una educación de calidad que impacte la vida de las personas”, terminó diciendo Rosa Morillo.
