Aumentar la formalidad laboral, revertir el retroceso de los indicadores de pobreza y desigualdad, lograr una mayor sostenibilidad financiera del sector eléctrico y aumentar el gasto promedio real de los turistas son de los desafíos que el gobierno que dirige Luis Abinader tiene por delante y citados por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo en una evaluación de objetivos trazados del 2021 al 2024.
En el “Primer informe anual de monitoreo del Plan Nacional Plurianual del Sector Público” se analizan los logros alcanzados al 2021, entre los que hay destacables, como el aumento del porcentaje de los jóvenes entre 15 a 19 años que terminó el nivel básico, el aumento de la energía renovable con respecto a la generación total y el progreso en la recuperación de la política de comercio, afectada por la pandemia del COVID-19.
Economía reporta que la participación femenina en la actividad económica se ha incrementado, lo cual se ve reflejado en la tasa global de participación femenina, que se incrementó de 47.6 a 51.2 % del 2020 al 2021.
Al 2021, los empleos de mipymes cotizantes en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) totalizaron 874,509, representando un incremento de 16 % respecto al 2021.
Además, el ministerio indica que la proporción de jóvenes entre 15 y 24 años que no estudian y están desempleados pasó de 28 a 23 %, acercándose cada vez más a los niveles prepandemia.
El mayor desafío en la política de empleo es aumentar la formalidad, ya que el porcentaje de personas ocupadas en el sector formal presenta una variación de -2.7 puntos porcentuales con relación al 2019.
Otro desafío es el incremento de la brecha de la tasa de desocupación ampliada femenina/masculina, que pasó de 2.4 para el 2020 a 2.7 para el 2021, lo que indica que más mujeres se encuentran desocupadas en comparación con los hombres.
Creación de oportunidades
Los indicadores que se refieren al porcentaje de jóvenes de 15 a 24 años que no estudian ni trabajan, que pertenecen a la población pobre e indigente, y la tasa de asalarización de la población pobre e indigente fueron de los indicadores que mostraron un mejor desempeño, indica el informe.
Al 2021, la densidad de cotizantes del seguro de vejez, discapacidad y sobrevivencia fue de 97.1 %, en comparación con un 82.3 % de 2020. Esto refleja un aumento interanual de 14.8 puntos porcentuales.
Dentro de los retos que se presentan están: revertir el retroceso de los indicadores de pobreza y desigualdad, palear el trabajo infantil, reducir la mortalidad infantil y la inserción laboral de los más vulnerables (pobres e indigentes).
La tasa de trabajo infantil presenta un retroceso, por su crecimiento en un 28 %, al pasar de 1.94 en 2020 a 2.48 en 2021.
