
Los restos mortales de Orlando Jorge Mera, alto dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, descendieron ayer a la tumba en el cementerio Puerta del Cielo.
A las 4:36 de la tarde, el carro fúnebre, bajo con un intenso sol, arribó al campo santo y de inmediato se le rindieron honores militares, ante la presencia de sus familiares, quienes estuvieron acompañados de la primera dama, Raquel Arbaje; los presidentes del Senado, Eduardo Estrella, y de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco.
Una brigada mixta compuesta por miembros del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la guardia de banderas hizo reverencia ante el ataúd, mientras una salva de 15 cañonazos se lanzaban y a paso lento altos oficiales de los cuerpos castrenses acercaban el cuerpo al lugar de descanso eterno.
El periodista Guillermo Gómez leyó un conmovedor panegírico. “Orlando no tenía enemigos, por eso lo asesinó un amigo”, expresó haciendo un esfuerzo para no llorar.
Dilia Leticia Jorge Mera, única hermana de Orlando, lo despidió recordando eventos de afecto y calificándolo como su gran amigo y consejero.
Mientras que sus dos hijos Patricia Victoria y Orlando Jorge Villegas hicieron llorar a muchos recordando anécdotas de su padre, sacaron a flote el amor que sentía por la familia, su pasión por los deportes, en especial el atletismo y el temor de Dios que era su primera gran virtud. Así como la prudencia, honestidad y capacidad para la conciliación.
“Cuando la naturaleza humana llamaba a lo peor tu siempre llamabas a lo mejor. El Ministro del corazón verde, así te van a recordar”, dijo el diputado Orlando Jorge Villegas.
