EDITORIAL-TONY PEÑA GUABA, EL FUNCIONARIO QUE NO DESCANSA Y SU MERECIDA COPA DE VINO.

Tony Peña Guaba ostenta, sin discusión, el récord del funcionario público que más veces ha sido seleccionado como Funcionario Público Más Destacado del Mes. A esto se suma que la institución que dirige, el Gabinete de Política Social, aparece de manera recurrente como Institución Pública Más Destacada de la Semana, un reconocimiento constante que no surge por casualidad ni por simpatías, sino por resultados palpables y una gestión visible.

Además, en la selección mensual del Top 20 de los funcionarios más activos del país, Tony Peña Guaba figura siempre de manera sobresaliente. Todo esto lo ha logrado agotando jornadas de trabajo intensas, continuas y exigentes, de lunes a domingo, a un ritmo tan elevado que incluso sus propios colaboradores comentan con asombro genuino que no logran explicarse cómo un ser humano puede mantener semejante nivel de energía, compromiso y entrega sin aparentes pausas.

Pero así son las paradojas de la vida y, sobre todo, de la política. Luego de una jornada intensa de trabajo, Tony Peña Guaba decidió compartir con su comunidad en redes sociales un momento simple y humano: al llegar a su casa, disfrutar tranquilamente de una copa de vino. Un gesto normal, legítimo y absolutamente personal. Sin embargo, este hecho ha sido aprovechado por sectores de otras agrupaciones políticas que adversan al PRM, así como por actores vinculados a distintos precandidatos presidenciales dentro del propio partido, para generar comentarios malintencionados y críticas forzadas contra una acción que carece de cualquier reproche real.

Tony Peña Guaba y su equipo saben bien que estas reacciones forman parte de las jugadas previsibles de la política, y que no deben ni pueden desviar el rumbo. Lo verdaderamente importante es no perder el norte de sus acciones solidarias, esas que, en esta época navideña, no solo continúan, sino que se duplican en alcance y compromiso.

Eso es lo que define a Tony Peña Guaba: un funcionario que ha heredado de su padre, José Francisco Peña Gómez, una profunda identificación con los más humildes del país, una vocación social auténtica y una sensibilidad que no se apaga por el ruido ni por la mezquindad política. Que nada lo desvíe de ese camino. Porque mientras algunos se detienen en una copa de vino, el país observa y agradece el trabajo constante, humano y solidario de quien no descansa en servir. 

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