Editorial: Proindustria y el presidente Luis Abinader ante una nueva era industrial en San Juan.

En la soleada mañana en que el presidente Luis Abinader recorrió la Zona Franca de San Juan de la Maguana y junto al director general de Proindustria, Rafael Cruz Rodríguez, inauguró dos naves industriales modernas, la República Dominicana dio un paso decisivo hacia su transformación productiva. En el semblante del mandatario se veía orgullo, convicción y una clara señal de que este Gobierno apuesta por la industria, el empleo y el desarrollo regional.

Una obra que simboliza el cambio

Las dos naves de la empresa Tabacalera La Aurora, cada una de 1,552.82 m², representan no solo infraestructura, sino oportunidad. Con una inversión cercana a los RD$123 millones, parte de un plan integral por más de RD$325 millones, estas instalaciones prevén generar más de 500 empleos directos, mayormente para jóvenes y mujeres, y fortalecer el sector tabacalero —identidad de San Juan— en su nuevo rol como polo industrial.

El liderazgo de Proindustria

Rafael Cruz y su equipo de Proindustria han convertido iniciativas en realidades concretas. Gracias a ese impulso, la fábrica de La Aurora se suma a otras firmas en la zona francas de San Juan que ya operan, elevando la capacidad del parque hacia los 1,200 empleos directos. La coordinación de Proindustria con el sector público-privado demuestra que la industria dominicana sabe dar resultados.

Un Presidente decidido al desarrollo

Abinader destacó que este es el quinto proyecto industrial que inaugura bajo su gestión, y que ya respalda solicitudes de nuevas naves adicionales. Su discurso fue claro: pasar de una economía agraria tradicional a una matriz productiva diversificada, donde la zona franca no sea excepción, sino modelo. Su presencia en el acto transmitió algo más que protocolo: fue un compromiso vivo con el futuro del país.

¿Por qué este evento trasciende lo simbólico?

• Marca un nuevo rumbo productivo para provincias históricamente agrícolas.
• Demuestra que, con liderazgo institucional como Proindustria, la descentralización de la industria es posible.
• La creación de empleo directo para jóvenes y mujeres contribuye a cerrar brechas sociales.
• La colaboración público-privada se convierte en motor de crecimiento real, no solo de promesa.

La República Dominicana tiene en ese momento un instante de esos que los historiadores marcarán como inicio de ese viraje estratégico. La inauguración de las naves industriales en San Juan no es solo una foto de campaña: es una pieza en el rompecabezas del desarrollo nacional.
El presidente Luis Abinader y Proindustria, bajo el liderazgo de Rafael Cruz, están trazando un camino real hacia una Nación que produce, que genera oportunidades y que crece juntos.


En este editorial del portal privado oficial en informar sobre el accionar de las instituciones públicas y de sus funcionarios debemos decir finalmente que este es el momento de respaldar, reconocer y avanzar. Porque cuando el cambio se hace visible, la esperanza se convierte en acción.
Y la República Dominicana está lista para esa nueva era.

Comparte esto!

Deja una respuesta