
La Fundación José Francisco Peña Gómez ha asumido la invaluable tarea de mantener vivo el pensamiento y la obra del líder de masas más trascendental de la historia política dominicana. A través de sus conferencias magistrales, encabezadas por su vicepresidente, Tony Peña Guaba, se rinde homenaje a un hombre cuya lucha incansable por la justicia social y la democracia marcó un antes y un después en la política nacional e internacional.
Estas conferencias son un valioso espacio de aprendizaje y reflexión. Por un lado, permiten que las nuevas generaciones descubran un modelo de política basado en el servicio a los demás, tal como lo ejemplificó Peña Gómez a lo largo de su vida. En un contexto donde la política es vista, muchas veces, como un medio para el enriquecimiento personal, esta iniciativa destaca que la verdadera vocación política radica en la transformación de vidas y el bienestar colectivo.
Asimismo, estas charlas mantienen vivo en la memoria de los más adultos el pensamiento y los ideales de Peña Gómez, recordando sus incesantes sacrificios por el país. Su legado no solo permanece en la historia, sino que sigue siendo una fuente de inspiración para quienes creen en una política enfocada en la equidad y la dignidad humana.
A nivel internacional, la figura de José Francisco Peña Gómez sigue siendo referente. Su carisma, liderazgo y compromiso con la democracia lo convirtieron en un modelo a seguir más allá de nuestras fronteras, siendo reconocido como uno de los políticos más influyentes de su tiempo.
Los asistentes a estas conferencias, dirigidas por Tony Peña Guaba, llegan a una conclusión innegable: Peña Gómez fue un hombre excepcional, cuyo sueño de poner «primero la gente» sigue vigente. Su hijo, Tony Peña Guaba, se ha convertido en un firme continuador de su legado, destacándose entre los líderes presidenciables del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Su trabajo al frente del Gabinete de Política Social ha sido ampliamente reconocido por su entrega y compromiso con los sectores más vulnerables del país.
Más que una conferencia, este evento es un llamado a la reflexión y al compromiso. Mantener vivo el pensamiento de Peña Gómez no es solo un acto de homenaje, sino una necesidad imperante para garantizar una política auténtica, honesta y verdaderamente comprometida con el pueblo dominicano.