El botón de arranque de una nueva era en seguridad y progreso nacional
El actual titular del Ministerio de Defensa de la República Dominicana, Carlos Antonio Fernández Onofre, están marcando un hito en la gestión institucional del país, donde la seguridad fronteriza, la cooperación binacional y el desarrollo socioeconómico convergen con una visión renovada. Su reciente reunión de alto nivel con directivos del parque industrial CODEVI y la supervisión de los avances en la verja perimetral fronteriza en Dajabón constituyen símbolos tangibles de esa transformación.
Una frontera que late con dinamismo económico
Cuando un ministro se desplaza hasta la zona limítrofe y dialoga directamente con los tomadores de decisiones de un complejo industrial binacional, está lanzando un mensaje claro: la frontera no es únicamente una línea de contención, es también un corredor de oportunidades. Fernández Onofre lo entiende. Subrayó la relevancia estratégica y social de CODEVI —generador de empleos y motor de desarrollo en ambos lados de la frontera— y puso a las Fuerzas Armadas como garantes de estabilidad, integración y respaldo institucional.
Seguridad con desarrollo: la doble función de la defensa
La supervisión del proyecto de la verja perimetral no es un diseño puramente militar: es parte de un engranaje mayor que incluye infraestructura, control migratorio, comercio justo y diálogo regional. En ese sentido, el ministro Fernández Onofre impulsa una defensa que va más allá de lo convencional. Asegura que la estabilidad armada debe cohabitar con la prosperidad local, permitiendo que territorios históricamente vulnerables se conviertan en polos de desarrollo.
El llamado a la institucionalidad y la acción decisiva
En tiempos en los que el ritmo exige resultados y la ciudadanía demanda certezas, el liderazgo de Fernández Onofre asoma con determinación. Se aleja del discurso y abraza la acción: supervisiones de terreno, encuentros de alto nivel, alianzas público–privadas y un semblante renovador en un área tradicionalmente rígida.
La República Dominicana necesita ministros con mirada global y corazón local. Este ministro, con uniforme y voluntad de servicio, demuestra que la defensa nacional no es solo patrulla y orden: es cohesión, desarrollo y esperanza para el ciudadano de a pie.
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