
En la selección anual del primer portal del país sobre las instituciones del estado, Nuestras Instituciones Públicas, el Ministerio de Interior y Policía, bajo el liderazgo de la ministra Faride Raful, fue seleccionado como la institución pública que más ha contribuido a la paz en el recién concluido 2024. Esta selección no se realizó por amor al arte; consultamos a un grupo de expertos que están libres de intereses políticos o empresariales, lo que ha garantizado la honestidad en la selección de Faride y en los otros renglones.
Al revisar lo manifestado por los expertos que coincidieron en la selección del Ministerio de Interior y Policía como el que más contribuyó a la paz el pasado año, encontramos varios elementos que deseamos compartir en este editorial.
En primer lugar, Faride Raful logró esta distinción en pocos meses de estar en el cargo; no pasaron más de cuatro meses para que se comenzaran a ver estos frutos.
Otro elemento que llama mucho la atención es que Faride se ha convertido en la ministra, entre todos los ministros del actual gobierno, que ha logrado un hecho histórico: dividir al país en dos bandos. En esta división, hay una clase que desea orden, que anhela una cultura de paz y que respeta las normas, buscando que nos convirtamos en un país más organizado y no en una selva sin reglas.
Por otro lado, está la clase que vive del desorden, del caos y que no respeta la tranquilidad de los demás. Esta última incluye a quienes tienen la música alta a altas horas de la noche, impidiendo que los moradores de un barrio puedan dormir; si estos se quejan, simplemente les dicen que si les molesta el ruido, se muden.
Es una clase que muchas veces depende de la venta descontrolada de alcohol, el mismo alcohol que provoca muertes por accidentes y que contribuye a la violencia en el hogar.
Así, Faride ha dividido al país en dos grupos, y nuestro medio de comunicación está a favor de la paz, apoyando las medidas que traigan tranquilidad a un país que, desde la era de Trujillo, ha vivido como un “chivo sin ley”.
Para cumplir estas tareas, Faride tiene numerosos obstáculos y algunas ventajas. Entre los retos se encuentran los comerciantes de la cerveza, el ron el whisky y otras bebidas, quienes se oponen a sus medidas. También enfrenta la resistencia de aquellos que, con ruido y música, atraen a un público que consume.
Faride cuenta con la adversidad de las grandes mafias que viven de la venta de armas ilegales y de quienes aprovechan las largas horas de la noche en lugares de diversión para distribuir sustancias prohibidas.
Además, tiene en contra a algunos de los presidenciables de su propio partido, quienes creían desde hace años que solamente ellos estaban destinados a la presidencia en el futuro y no contaban con la revelación en sus funciones públicas de un Guido Gómez Mazara, de la misma Faride Raful o de Tony Peña, entre otros, quienes han demostrado logros que los perfilan como presidenciables.
También Faride enfrenta la oposición de los partidos rivales y sus posibles candidatos presidenciales, así como a algunos medios de comunicación que están al servicio de los intereses anteriores, atacando a la ministra y otros medios de comunicación que, buscando entrar en la viralidad y maximizar su monetización, se suman a los ataques contra las acciones por la paz de Faride Raful.
A pesar de estas dificultades, Faride Raful cuenta con una población que, desde hace años, ha buscado una mano firme que ponga en orden muchas áreas de este país. Aunque no representan la mayoría opinando en redes sociales a favor de la ministra, sí son una mayoría que comienza a sentir que ha llegado alguien decidido a organizar lo que ha estado fuera de control.
Desde este editorial del portal pionero en el análisis del mundo del Estado dominicano, Nuestras Instituciones Públicas, solo podemos decir: cuenta con nuestro apoyo, sigue así, Faride, no desmayes, sigue organizando esta selva.