En un país donde los discursos solemnes abundan y los derechos prometidos muchas veces se quedan en el papel, es refrescante ver gestos reales de justicia social. Bajo la dirección de Elías Báez, la Dirección General de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (DIDA) ha venido asumiendo un papel protagónico en la protección efectiva de los ciudadanos, especialmente en el ámbito de la salud. Este editorial busca reconocer esos logros, proponer reflexiones y motivar un cambio profundo en los procesos de contrataciones públicas y atención social en República Dominicana.
Desde que Báez asumiera el liderazgo, DIDA puso en marcha el programa “Ya No Estás Solo: DIDA 24 Horas Contigo”, con atención permanente los 7 días de la semana, para recibir denuncias y quejas, orientar y defender los derechos de los afiliados. En sus primeros 100 días, esa estrategia permitió quejas de usuarios pasantes de un promedio mensual relativamente bajo a un número mucho mayor, evidenciando que ahora los afiliados se sienten con voz y respaldo institucional. En ese periodo, la DIDA atendió más de 84,000 personas, logró un ahorro de más de 15 millones de pesos para los ciudadanos —evitando cobros indebidos, retenciones ilegales de cadáveres o de pacientes, y otros abusos— y aumentó dramáticamente la cantidad de casos recibidos: de 30 al mes a 130 casos mensuales, lo que representa un crecimiento del 310 %.
Entre los logros también se cuentan la creación de un servicio de atención telefónica 24/7, que pasó de recibir alrededor de 8,000 llamadas al mes a cerca de 30,000; la alianza con organismos como la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), Pro Consumidor, y administradoras médicas para abordar cláusulas abusivas y mejorar la cobertura; además de intervenciones exitosas donde DIDA ha exigido la rendición de cuentas a clínicas que retienen pacientes o cobran por servicios que ya están cubiertos .Los logros son muchos más pero aquí mencionamos muchos de los destacados.
La gestión de Elías Báez al frente de DIDA demuestra que la defensa de los derechos de los afiliados puede dejar de ser mera retórica y convertirse en acción concreta. Reconocer esos logros no es adornar éxitos, sino incentivar lo que debe ser la norma: que cada afiliado reciba lo que la ley le garantiza. Queremos más líderes que defiendan con firmeza, transparencia y eficacia. Queremos más gestiones como esta. Porque cuando el Estado actúa para proteger realmente a su gente, la transformación se vuelve palpable, el dolor se convierte en esperanza, y la ciudadanía recupera la confianza.
